Tratamiento para limpiar y cuidar la piel del rostro. Primero, se retira el maquillaje y la suciedad con un limpiador suave. Luego, se exfolia la piel para eliminar células muertas y suavizarla. Se aplica vapor para abrir los poros y se extraen puntos negros o impurezas. Después, se coloca una mascarilla para hidratar o tratar problemas como el acné. Finalmente, se usa una crema o tónico para nutrir y proteger la piel. El tratamiento dura unos 60 minutos, deja la piel más limpia, suave y luminosa, y se recomienda repetirlo cada 4-6 semanas según el tipo de piel. Es una experiencia relajante que renueva el rostro.

proceso para cambiar o ajustar el estilo del cabello. Primero, el estilista habla con el cliente para entender qué quiere y sugiere un corte que le favorezca. Luego, se lava el cabello o se corta directamente, usando tijeras o máquina para darle la forma deseada. Al final, se seca y peina para mostrar cómo queda. El corte puede ser sencillo o más elaborado, según lo que pida el cliente, y suele tomar de 30 a 60 minutos. Deja el cabello con un look fresco y personalizado.

Proceso para embellecer el rostro según las voorkeurencias o necesidades del cliente. Primero, la maquilladora habla con el cliente para conocer el look deseado, ya sea natural, de fiesta o para un evento especial, y evalúa el tipo de piel. Luego, se limpia y prepara la piel con productos como tónico o crema hidratante. Se aplica una base de maquillaje para unificar el tono, seguida de corrector, polvos, rubor y otros productos para resaltar los rasgos. Los ojos se maquillan con sombras, delineador y máscara, y los labios con labial o gloss. Al final, se fijan los productos para mayor duración. El servicio dura entre 30 y 60 minutos, dependiendo del estilo, y deja un aspecto pulido y personalizado.